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Los perfiles encargados de promover la historia del vino uruguayo
“La producción del vino en nuestro país, al igual que nuestra cultura, está vinculada con la migración y con la historia de familias que llegan a Uruguay, trayendo el conocimiento, sus tradiciones y adaptándose a nuestra tierra”, señala Manuela Da Silveira, actriz, humorista y presentadora de televisión uruguaya que es actualmente una de las referentes de la campaña «Tierra de Valores».
Esta iniciativa publicitaria engloba y acompaña los 150 años del primer registro oficial de un viñedo en nuestro país –dando origen a la historia vitivinícola uruguaya– a través de distintas piezas en varias plataformas y formatos.
La estrategia intenta plasmar lo que significa el 2024, que se ha transformado en un año de celebración y tributo a la viña y el vino que nace de nuestras tierras, pero también a la visión, el esfuerzo y el trabajo de hombres y mujeres que han dedicado sus días a esta actividad a través de generaciones.
“Aprendí que fueron Vidiella y Harriague quienes forjaron el nacimiento de la vitivinicultura nacional y gracias al trabajo de muchas familias y personas que se fueron sumando, la producción local se ha afianzado”, cuenta la comunicadora, que con su influencia y alcance está desempeñando un papel crucial en la promoción y visibilidad de la elaboración de vino nacional.
Y es que los primeros viñedos establecidos, en 1874, los de Pascual Harriague en San Antonio Chico (Salto), y la granja del catalán Francisco Vidiella en Colón (Montevideo); dieron paso a una historia que un siglo y medio más tarde los recuerda como pioneros en la construcción de la identidad de nuestro país.
Es por esto que ambas figuras, icónicas, y su compromiso con la innovación son los homenajeados en este Fin de semana del Patrimonio, luego de que la Comisión de Patrimonio Cultural ha resuelto dedicar esta fiesta a su tenacidad y determinación. Porque ese fue el comienzo de esta historia, nuestra historia.
“La uva fue muy bienvenida por nuestra tierra debido a las condiciones climáticas y a la singularidad de nuestros suelos”, retoma Da Silveira, quien tiene como meta en esta campaña ofrecer conocimientos a su audiencia acerca, justamente, de la trayectoria de la actividad.
Recorriendo historias y brindando un amplio abanico de información en torno al arte de elaborar esta bebida, «Tierra de Valores» intenta llevar a cada casa en cada lugar del país aspectos de la producción del vino, del camino recorrido desde sus inicios, del rol que la vitivinicultura juega en la construcción de la identidad nacional, del esfuerzo y la pasión con la que uruguayos y uruguayas enfocan su vida entera a la actividad y, sobre todo, busca fortalecer el sentido de pertenencia y conexión con nuestra tierra, con esos valores que trascienden a las familias vinícolas.
Por esto es que a través de sus contenidos Manuela narra la capacidad de reconversión, la garra y la resiliencia que se reflejan en nuestras cepas y en nuestra cultura.
Los vinos uruguayos están siendo homenajeados, además, por su estándar elevado, porque son reconocidos en el mundo, por ser excepcionales. En este sentido, Sofía Tardáguila expone que, a su parecer, “lo mejor de tener vinos uruguayos de tan alta calidad es la confianza de que en cada botella te encontrará un sabor único, cuidado y que lleva consigo la esencia de nuestra tierra y la pasión por hacer vino”.
Sofía es otra cara visible de la campaña que se enfoca en mostrar con distintas piezas la magia y el valor de tener sobre nuestros pies un tesoro invaluable.
“La calidad es producto de la dedicación y respeto por la naturaleza y por nuestro país, por lo que cada copa me llena tanto de sabores exquisitos como de lo mejor de Uruguay, de su trabajo, de la riqueza de nuestra cultura y nuestro compromiso con la excelencia”, reflexiona la actriz, influencer y comunicadora.
En este sentido también comenta Hugo Soca, profesional de la gastronomía y otro de los encargados en realzar la significación de la viticultura uruguaya en este año tan especial: “Soy gran consumidor de vino y vemos la evolución con el pase de los años por lo cual no hay dudas de que los vinos uruguayos están en un excelente nivel. Además es un producto nacional que lleva detrás familia de productores que lo hacen posible”
Manuela, Sofía y Hugo fueron elegidos para crear contenidos que emocionen, que despierten curiosidad, que creen identidad; y sobre ello fueron consultados, sobre lo mejor de ser parte de esta campaña:
“Cuando uno conoce la historia detrás de un vino, se disfruta mucho más su sabor. Me encanta ser parte de esta campaña porque me ha permitido conocer más sobre el origen de nuestros vinos”, comienza Manuela Da Silveira, quien se siente desafiada con utilizar el humor como herramienta para preservar la memoria y seguir abriéndole camino al vino uruguayo.
Tardáguila, por su parte, manifiesta sentirse honrada y orgullosa por “ser, de alguna forma, parte de la historia del vino uruguayo”. Asimismo, se emociona compartiendo que “es un privilegio ser parte de un símbolo tan representativo de la identidad y la excelencia del país”.
“Siento que soy un pequeño ladrillo dentro de algo gigante que seguirá creciendo en reconocimiento, disfrute, sabor, cultura e historia, y eso me llena de gratitud”, subraya Sofía para finalizar.
Hugo Soca, por otro lado, se centra en la importancia de difundir un producto nacional sosteniendo que educar al consumidor y mostrar la evolución del vino es de lo que más disfruta en cada comunicación.
“Disfruto mucho todo lo que es apoyar a los productores y saber que están acompañados para que se reconozca el gran trabajo que es producir, trabajar la tierra y todo el proceso para llegar al producto final.
Y sobre todo seguir mostrando y difundiendo la riqueza de nuestras tierras”, destaca el reconocido experto culinario.
La conexión con la tierra parece plasmarse en los contenidos audiovisuales que reflejan degustaciones de las distintas variedades, en el relato de ciertos hitos y en lo maravilloso que resulta dar cuenta de la cantidad de trabajo, conocimiento y dedicación que se ponen en juego en el proceso de elaboración.
Sin duda que esta campaña nos infunde respeto por la viña y nos despierta una sensibilidad particular, quienes hemos visto, al menos parte de ella, empezamos a formar un vínculo inconsciente e inesperado con nuestra tierra: acá donde yo vivo, de donde yo soy, suceden un montón de cosas increíbles.
La campaña en redes sociales de la institución