150 años de vitivinicultura en Uruguay
«El vino como tradición: inspiración, trabajo e innovación» es el lema del fin de semana del Patrimonio de este 2024, en su 30ª edición, que se realizará —como los últimos años— el primer sábado y domingo de octubre (5 y 6 en esta ocasión).
Desde el inicio de esta celebración, en 1995, la instancia busca promover el sentimiento por nuestras costumbres, la identificación con el legado de personas o actividades que son hoy referentes para nuestro país, y la recuperación y reconocimiento de aquello que como uruguayos y uruguayas nos pertenece y forma parte de nuestra historia.
Esta vez el vino será el protagonista: se conmemoran 150 años de la viña y el vino en Uruguay a raíz del primer viñedo registrado en el país y el comienzo de la actividad vitivinícola industrial.
Los primeros viñedos establecidos fueron, en 1874, los de Pascual Harriague en San Antonio Chico (Salto), y la granja del catalán Francisco Vidiella en Colón (Montevideo), siendo ellos también personajes a homenajear en este fin de semana del Patrimonio como personalidades relevantes en la vitivinicultura uruguaya.
Como tributo a su audacia y determinación, todo el país festejará, en su honor, por haber sido pioneros en esta actividad que un siglo y medio después confirma que fueron visionarios, que hicieron historia y que sí se podía producir vino en Uruguay.
Un comienzo que como país debemos atesorar no solo por el inicio de una tradición que marcará luego nuestra identidad, sino como guía y motivación para que generaciones enteras se hayan apropiado de ese legado que con pasión y dedicación sostienen hasta hoy.
En este marco es que la Comisión de Patrimonio Cultural de la Nación del Ministerio de Educación y Cultura ha decidido que la vitivinicultura nacional sea el eje central de la celebración del Patrimonio de este año, esparciendo por todos los rincones del país el aroma de esta actividad agroindustrial para remarcar su trayectoria.
El objetivo es que la ciudadanía la descubra, haga suyo su valor y entienda su relevancia para el desarrollo económico, cultural, social y turístico del país. Algo que nos debería enorgullecer, y mucho.
Asimismo, se cumplen este 2024 varios de los aniversarios en torno a la temática: 100 años de la OIV (Organización Internacional de la Viña y el Vino), 50 años de los Grupos CREA y 60 años de la Asociación de Enólogos del Uruguay.
La esencia del vino es así de rica, sobre todo, porque son sabores que nuestra tierra nos ha otorgado a lo largo de tantos años, gracias al esmero de uruguayos y uruguayas que quizá sin darse cuenta fueron construyendo parte de nuestra identidad y cuya persistencia nos otorga un futuro prometedor.
Un fin de semana para celebrar un siglo y medio de entrega digna de estar en el pedestal de la cultura.
